martes, 1 de septiembre de 2015

Daniel Battilana - Destellos




Autor de numerosos libros, cuya suma incluye también varios poemarios, como Nicutaldia (1995), Aguamenor (2001) y Vulnerario (2002), entre otros, Daniel Battilana (1962), durante muchos años vecino de Tablada, puede contarse entre las voces poéticas de significación de la provincia de Buenos Aires. Poco amante de frecuentar los círculos literarios de su Partido y de localidades vecinas, ha venido ofreciendo en el tiempo, no obstante, numerosas lecturas en cafés literarios y en centros culturales de la ciudad. Y ha edificado una obra de pulsión sanguínea enrumbada en la impronta de una existencialidad vívida y de una metafísica de sesgo sorprendente. Sus poemas breves, epigramas o dísticos, por lo general incluidos en su blog, y que datan del curso de esta década, lo evidencian en algunos de sus mejores momentos, donde el destello revelador es la constante que va jalonando el decir de una voz en su diversidad y plenitud. Daniel Battilana colabora a menudo en publicaciones bonaerenses y sus poemas fueron incluidos en la antología poética de La Matanza, Ediciones del Nuevo Cántaro, que se publicó hace unos meses.

                                                                                           E.D.



Cuando nos rozamos
             aparece la palabra.



                         *


En Babilonia el sol era la imprenta
y el barro su papel. 

                         *


No hay interior sin poesía. No hay poesía 
de lo exterior que no parezca lenguaje.


                         *


Baja discretamente abandonada
piel cansada de acercarse.



                         *


Todo es una fantasía moral
reducida a una pena escrita.



                         *


En sombras vamos
salvo en el aspecto.



                         *


Espejito mío!
Te he traído unas ricas manzanas…



                         *


De esto que no sé si da exacto
si da roto
si da cierto
en la arruga de Dios.



                          *


El cuerpo es el humano
que nos trae hasta acá.



                          *


No quiero conmoverte
sólo que mires lo no dicho.




5 comentarios:

  1. Qué sorpresa... Los felicito por el inmenso trabajo de historiar la poesía de la Matanza. Un gran abrazo para vos Eduardo y para Ana María. Daniel Battilana

    ResponderEliminar
  2. Abrazos, poeta, y felicidades de mi parte y de Dalter, quien le envía saludos y recuerdos.

    ResponderEliminar
  3. Sigo el blog desde hace tres meses por recomendación de una amiga. Esta poesía es maravillosa. Y por algo me hace acordar a Juarroz. Felicitaciones al blog. Esta lectura es lo mejor que me pasó este sábado. Roberto

    ResponderEliminar
  4. cierto y duro aunque duela, no son fragmentos con florcitas...

    ResponderEliminar
  5. Muy buen trabajo, de un poeta a otro poeta (Eduardo y Daniel)

    ResponderEliminar