Este otoño se cumplieron 44 años de la realización de los ciclos de poesía organizados por la Casa de Cultura de Ramos Mejía, llamados "Del monólogo al diálogo", que resultaron bautismales para el devenir de la poesía de La Matanza, y donde, entre otros jóvenes, participaron Lucina Alvarez, de Villa Insuperable, y Eduardo Dalter, de Villa Luzuriaga. En verdad, se trató de dos ciclos para la difusión de jóvenes autores locales y, tal como lo expresa el nombre del evento, para promover un diálogo con el público presente.
Este año también se cumplen cuatro décadas de la fundación en Lomas del Mirador de las ediciones y del grupo poético "La Luna que se Cortó con la Botella", que propiciaron los nóveles bardos Omar Cao y Hugo Salerno, y que desde los años '80 cuenta con la dirección del poeta Ricardo Rubio, aunque ya bajo el nombre más breve de "La Luna Que..." Por cierto, muchas aguas pasaron bajo los puentes desde entonces; muchas aguas y una dictadura militar, que no impidieron, no obstante, que el trabajo creador prosiguiera.
Además, y a propósito de los aniversarios, este otoño se cumplieron 39 años de la desaparición de la joven poeta y docente Lucina Alvarez, quien diera clases en la Escuela de Estética Nº 1 de Ramos Mejía, por aquellos tiempos situada en la calle Las Heras. Lucina, además, colaboraba en conocidas publicaciones como "Momento" y "Barrilete", entre otras páginas, y participó en diversos talleres literarios capitalinos. Momentos, vemos, que hacen de modo insoslayable a la historia de la poesía matancera.
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